Luis Barrios Díaz, un joven que murió por la negación de atención médica durante meses de una enfermedad que adquirió en prisión, sufría una condena de 6 años de privación de libertad por manifestarse pacíficamente el 11J en Cuba, como hemos denunciado desde Prisoners Defenders.
En la sentencia de la causa se menciona a un testigo acusador, Lázaro Julián García Matamoros, que testificó como si fuera un ciudadano modelo sin dependencia policial, y que el Tribunal usó como la testifical clave, resultando que es, en realidad, un viejo y conocido agente de la Seguridad del Estado expulsado de la oposición por haber sido desenmascarado en 2018 en sus labores de infiltración y contrainteligencia.
La sentencia del caso de Luis Barrios Díaz, causa 184 de 2021 del EFP 790 de 2021 de Arroyo Naranjo, La Habana es, como nos tiene acostumbrada la justicia cubana, un caso de distopía jurídica. El testigo estrella de la acusación era Lázaro Julián García Matamoros, sobre el que la sentencia descansa en buena medida. A pesar de que este testigo no ofrece más que un testimonio a favor de la acusación, sin prueba alguna adicional, se presentó como el único testigo que aparentaba ser un ciudadano común e independiente.
Nada más lejos de la realidad. Se trata de un viejo conocido de la oposición cubana, de las Damas de Blanco y de UNPACU. Lo más creativo que ha hecho la fiscalía en este caso es aportar como prueba, como decimos, a este “testigo estrella” con el fin de sentenciar a unos inocentes. Un supuesto exactivista infiltrado que trabaja para la Seguridad del Estado en el servicio de contrainteligencia. Desde hace años se viene identificando a Lázaro Julián García Matamoros, hijo de la ex Dama de Blanco Nieves de la Caridad Matamoros Gónzalez, como parte de los operativos de contrainteligencia del Estado de Cuba.
El 18 de enero de 2019 Lázaro ya acusó a las Damas de Blanco, a los Premios Sajárov y a la UNPACU, entre decenas de activistas, en una cuenta de la Seguridad del Estado en Facebook (https://www.facebook.com/watch/?v=382976722464780, post cuyo pantallazo puede verse en https://drive.google.com/open?id=1LBfZqxi_kKmdyUy181D6APgZPJEBqsVe y el vídeo en https://drive.google.com/open?id=1L3hpDl1mwtS34dDzxxaxU3BS_uE5QujY)
Esto es, junto con los aduladores calificativos del Tribunal en la sentencia, lo que este agente sin escrúpulos llegó a testimoniar contra los inocentes Luis Barrios Díaz y sus compañeros en dicha causa:
¿Quién es Lázaro Julián García Matamoros?
Lázaro siempre estuvo bajo sospecha mientras se infiltraba en la oposición por sus obvias escasas convicciones y presunto temor, que fue “condenado” a un año y tres meses de prisión por impago de multas, en una operación tardía para intentar lavar su imagen. Mucho antes de que la condena expirara, se le vio libre en las calles, lo que dio lugar a que se anularan sus posibilidades de infiltración, realizando entonces un vídeo para la Seguridad del Estado donde acusaba a todos los más reputados activistas del país. La Seguridad del Estado emitió este video suyo acusando de barbaridades a las Damas de Blanco, UNPACU y muchas organizaciones, el 18 de enero de 2019. El vídeo de este agente puede descargarse también aquí: https://drive.google.com/open?id=1L3hpDl1mwtS34dDzxxaxU3BS_uE5QujY&usp=drive_fs.
En dicho vídeo ataca con insultos a un buen número de activistas indubitados y protegidos por diferentes organismos de derechos humanos, como los Premios Sajárov Berta Soler y Coco Fariñas, o los activistas Ismael Boris Reñi y su mujer Aymara Nieto Muñoz (Dama de Blanco en prisión aún desde hacía más de un lustro en ese momento y que ha sido defendida por el WGAD de Naciones Unidas o Amnistía Internacional), Zaqueo Báez Guerrero, un activista ejemplar por los derechos humanos, Oscar Elías Biscet y una larga lista de activistas similares. El vídeo no tuvo impacto y, por burdo, supuso tan sólo su desenmascaramiento. Desde entonces es público y notorio que trabaja para la Seguridad del Estado, pero pocas pistas se tenían de su paradero.
La acusación a Luis Barrios se basó en este agente de la Seguridad del Estado
Por tanto, Lázaro Julián García Matamoros es un agente de la Seguridad del Estado, y por ende no es un testigo independiente y fiable sino, todo lo contrario, plenamente recusable. De su testimonio aquí extraemos los halagos del tribunal:
“Importante y trascendental resultó por su utilidad, el testimonio de Lázaro Julián García Matamoros, testigo presencial de los hechos objeto del debate penal, quien depuso a la sala sobre lo que presenció ese día, en tanto reconoció en el acto del juicio oral con absoluta certeza y convicción que los acusados Endrys Arias Meralla , Luis Barrios Díaz y José Pérez Padrón se encontraban presentes como parte de los disturbios que acaecían , identificando a estos últimos como los agresores de Yancel de Armas . Estamos ante un testimonio consistente, lógico y sin contradicciones que ilustró a los jueces detalles que al ser corroborados con los restantes elementos probatorios dan credibilidad a su versión, máxime que tuvo la oportunidad de fijar el rostro de los acusados no solo por ser conocidos de este de la barriada, sino por ser la persona que auxilio y protegió al testigo Yancel de Armas”.
Resultaría altamente contradictorio que un supuesto activista en 2018, infiltrado en la UNPACU entonces, y que “supuestamente” pasara unos meses en prisión política, fuera la persona que el 11 de julio, en vez de ser manifestante, auxiliara al dirigente comunista Yancel de Armas. De nuevo es un testimonio del gobierno, amañado vulgarmente, el que sentencie a cinco acusados más del 11J.
Pero el testimonio, además, era errático
El Tribunal no cayó en la terrible contradicción de que en su testimonio uno de los tres acusados que supuestamente persiguieron a Yancel hasta que él le dio cobijo, según Lázaro Julián, habría sido ENDRYS ARIAS MERALLA. Por el contrario, según el supuesto afectado, Yancel, en realidad no fue ENDRYS sino YEINIER BUZOR RUBIO, pues así lo declaró el propio Yancel al reflejar su testimonio ante el tribunal, identificando a “Barrios Díaz, Pérez Padrón y Buzor Rubio como las personas responsables del hecho imputado”.
NI LOS SUPUESTOS “TESTIGOS” SE PUSIERON DE ACUERDO SOBRE QUIÉN PERSIGUIÓ A QUIÉN
Adjuntamos, para su análisis, la desdicha de sentencia distópica de este proceso falsario y amañado que ha sido el principio causal de la muerte de Luis Barrios Díaz.
