En la mañana del 12 de julio de 2021, Yurién partió desde casa de sus suegros a la suya, con su esposa tomada del brazo. En la calle Palma, entre Álamo y Mendoza, La Güinera, Yurién había estado fabricando su propia habitación, a la que solo le faltaban detalles para estar totalmente confortable.
Un hermoso niño, o niña, venía en camino para Yurién y su esposa. El cuartico contiguo a la casa de Norabel, la madre de Yurién, se disponía para acoger a la criatura recién nacida.
Esa mañana ambos se disponían a ir a casa mientras fueron sorprendidos por la mayor manifestación antigubernamental que hubiese sucedido en la isla.
Hoy Yurién Rogelio Méndez Herrera es uno de los miles de presos políticos que la dictadura cubana abonó a las prisiones tras el 11 y 12 de julio. Pero hay un hecho medular en el caso de Yurien: él no es un manifestante.
Norabel da cabida a muchas teorías para buscar la razón de fondo en el encarcelamiento de su hijo.
Estar en el lugar y momento equivocado es una de las razones. Pero no. Yurién no tenía otro sitio donde estar ese día que no fuera junto a su esposa, en casa, ultimando la pintura de la casa donde nacería el fruto del amor de los cónyuges.
Haberse encontrado, de camino, con la violencia arbitraria de un oficial corrupto y amoral. Pero Yurien no es culpable de reaccionar ante un trato injusto. Por eso cuando Maykel Alejandro, conocido en la Güinera por formar parte de las brigadas de respuesta rápida, enfrentara a Yurién con el cinto de su pantalón, el joven reaccionó dándole un bofetón.
La tercera razón parece también completar el sentido. Una inquina personal del pasado.
Unos cuantos años atrás, Norabel cayó en la mira del jefe de sector por sus negocios de cuentapropista. El jefe de sector persiguió cansinamente los pasos de la mujer hasta dar con el más mínimo error, y quiso incriminarla. Si buscaba dinero… no lo puede asegurar.
La verdad es que este personaje terminó acusando a Yurién de atentado y llevándolo a los tribunales, como para causarla más penas aún a la madre. En el tribunal no se pudo sostener la acusación, y cuando el jefe de sector se vio despedazado por su ridículo, hizo una promesa a Norabel: A tu hijo te lo voy a desaparecer algún día.
“Todos los días que yo estuve yendo a 100 y Aldabó, en noviembre de 2021, después que cogieran a mi hijo por lo de las protestas, él estaba ahí. Yo sé que él fue el que dijo el nombre de mi hijo, y que por eso fue que se lo llevaron preso”, confiesa al día de hoy Norabel Herrera.
Actualmente el jefe de sector cumple sanción por un delito de cohecho que se le demostró recientemente en tribunales de la capital.
El 1ro de noviembre de 2021, tres meses y algo más después de las manifestaciones, Yurién Rogelio Méndez Herrera fue arrestado violentamente en un operativo policial frente a su casa. Andaba con Yurina, su esposa, quien producto del trauma psicológico de la situación tuvo un adelanto del parto.
En la prisión, mientras Yurién estaba plantado, los guardias le chantajearon con su criatura: prometieron decirle el sexo sólo si abandonaba la huelga. Yurién no claudicó.
Durante todo un año el tribunal estuvo rechazando las acusaciones y posponiendo el juicio, y en noviembre de 2022, fue declarado culpable bajo el delito de sedición, sin prueba alguna.
Yurién Rogelio Méndez Herrera es un joven de 29 años de edad, sentenciado a 11 por el Tribunal Provincial de Diez de Octubre.
Actualmente está cumpliendo sanción en la Prisión Combinado del Este.
Consulte aquí todos los datos del prisionero político Yurién Rogelio Méndez Herrera en la lista oficial de Prisoners Defenders https://lista.prisonersdefenders.org/prisioneros/yurien-rogelio-mendez-herrera/